El papel de los padres y las madres ante el aprendizaje en el colegio es fundamental para que sea fácil y productivo o duro y complicado. Una actitud demasiado exigente, poco motivadora y desentendida hará que al niño le cueste mucho más enfrentarse a su aprendizaje escolar.
Te contamos qué 10 conductas de padres no ayudan al niño en el colegio. Son actitudes que debemos frenar o corregir si queremos facilitar el aprendizaje del niño en la escuela.
1. Hacer los deberes de los niños: muchas veces los padres, casi sin darnos cuenta terminamos haciendo los deberes de los niños. Les damos las respuestas a las preguntas que no conocen en lugar de ayudarles a encontrar la respuesta por ellos mismos. Un error a evitar.
Lo que sí debemos hacer es darles la capacidad para que puedan hacer los deberes, motivarles, facilitarles un lugar adecuado y respetar ciertos descansos para que puedan seguir con fuerzas.
2. Dar premios a las notas: el trabajo y el esfuerzo en el aprendizaje escolar debe ser una obligación de los niños, por lo tanto sacar buenos resultados curriculares no debería ser premiado con viajes o regalos. Si lo hacemos, el objetivo del niño no será el placer y la ventaja de aprender nuevos conocimientos, sino el regalo en sí mismo.
4. Saltarse el modo de aprendizaje del niño en la escuela: "yo aprendí a multiplicar así, hazlo de esta forma", los padres interferimos en ocasiones en el aprendizaje en la escuela del niño intentando imponer nuestro modelo educativo y pasando por alto la metodología de la escuela.
5. Exigirles demasiado: en ocasiones queremos que los niños sean genios, que saquen las mejores notas, que sean mejores de lo que fuimos nosotros. Esto provoca la angustia, el estrés y la frustración de los niños.
6. No interesarse por los asuntos escolares: estar al día de lo que ocurre en la escuela es fundamental para poder ayudar al niño. Debemos saber qué están aprendiendo, cómo, quién en su profesor, reunirnos con él de forma habitual, conocer con qué amigos juega, si le gusta o no la comida del comedor...
7. Utilizar los deberes escolares como castigo: las tareas escolares, sobre todo cuando son excesivas pueden ser un castigo, pero es absolutamente contraproducente castigar al niño a hacer más multiplicaciones o a escribir una redacción. Entenderá que es algo negativo.
8. No hacer refuerzo positivo: los niños necesitan oír lo bien que lo están haciendo, lo mucho que se esfuerza, porque será el motor que les haga persistir en el trabajo.
10. Disfrazar la pereza: cuando el niño es perezoso y le cuesta ponerse a trabajar, debemos potenciar y fomentar el placer por el trabajo bien hecho y no ocultarlo tras la excusa de que "el niño está cansado".
Fuente: Alba Caraballo Folgado. Guiainfantil.com
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